Esta  manzana se configura de una manera un tanto peculiar y, desde luego nada tradicional, acercándose a soluciones cercanas a la descomposición en bloques lineales tan característica de la modernidad del siglo XX. El conjunto se forma por la adición de 4 paralelepípedos que se unen en líneas de testeros en lugar de doblar en las esquinas. Pero, para que puedan producirse las aperturas de huecos correctas, tanto para la iluminación como para la ventilación y desde luego siempre según la normativa vigente, los bloques al encontrarse se recortan produciendo sendos retranqueos a un lado y a otro de la línea de tangencia.
Todas las viviendas tienen doble orientación y se posicionan de manera que la zona de día se sitúa en la orientación de mayor soleamiento, al contrario que la zona de noche. Estas dos zonas quedan separadas por una barrera constituida por la línea de baños, a modo de espina dorsal. En uno de sus lados se posicionan salas de estar y cocinas, y en el otro los dormitorios. La entrada se produce en el centro, justo frente al volumen de los baños, pudiendo dirigir al usuario hacia un lado u otro de la vivienda con un simple giro de dirección.
La banda de estares y cocinas tiene más profundidad que la de dormitorios. Además, como remate del estar existe un balcón o terraza que se convierte en invernadero en los casos en que es viable la captación solar. La banda de dormitorios discurre limpiamente conteniendo las piezas de dormir y su espacio distribuidor. Las separaciones entre estas habitaciones se levantan con tabiquerías de cartón yeso de fácil cambio, lo que permiten una gran flexibilidad. Los núcleos de comunicación se disponen transversalmente a los bloques: el ascensor en la banda central, dejando pasar limpia la crujía de dormitorios, y la escalera, de dos tramos, entre las cocinas.
La solución estética y formal del conjunto se encuentra altamente condicionada por las determinaciones bioclimáticas. Podemos diferenciar dos tipos de alzados, en función de las orientaciones y usos. Por un lado, salones y cocinas orientados a sur y oeste, con predominio de líneas horizontales, confiadas a la presencia de elementos de hormigón prefabricado blanco, y potenciadas por las tiras de huecos de iluminación y ventilación. Estas fachadas vuelan respecto a la alineación, por lo que las diferencias entre planos, los vuelos y la materialidad de los elementos constructivos expuestos a los rayos del sol originan una gran riqueza en la combinación de luces y sombras. La zona de dormitorios, situados en las orientaciones norte y este, se corresponden con las fachadas mas cerradas, y también mas estáticas, ya que  se basan en repetición de un gran hueco por vivienda que contiene a todos los huecos menores de dormitorios de la misma separados por entrepaños. Son fachadas básicamente planas, ejecutadas en fábrica de ladrillo oscuro.
El conjunto se apoya sobre un zócalo oscuro en el que se integran tanto el portal como los huecos verticales de las viviendas de planta baja y se corona con un ático que no asoma a ninguna de las fachadas. Las cubiertas son planas, transitables o no según los casos.
En planta baja, la aparición de los portales, pasantes desde las calles exteriores hasta el espacio interior de manzana, provoca también ligeros cambios ya que disminuye la superficie de una de las viviendas de esta planta en cada portal. Esta minoración de área es la causa de la desaparición de uno de los dormitorios, que pasan de ser tres a dos, y de la reducción del área de día que se distribuye en una única estancia con estar, comedor y cocina americana integrada en la pieza.
Es muy importante hacer notar que los sótanos no ocupan la totalidad de la superficie permitida ya que se sitúan bajo los bloques construidos ampliados en la anchura de los jardines más desfavorables, los estrechos y peor orientados. De esta manera, los jardines más grandes y mejor orientados, los del S y O, por no estar sobre construcciones de sótanos, pueden vegetarse libremente con césped, flores, arbustos e incluso árboles. Los del N y E, en cambio, deben impermeabilizarse y pavimentarse sobre  las plantas de sótano convirtiéndose en terrazas o patios más que en jardines propiamente dichos.
En cuanto al espacio interior de la manzana constituye un jardín con entrada desde las cuatro esquinas. 
Dentro existe un espacio, sensiblemente cuadrado, ajardinado con césped y arbustos de floración variada, tanto en color como en temporada. A fin de evitar grandes pavimentaciones, los pasos en el interior de la manzana se proyectan perimetrales quedando el centro totalmente ajardinado. Se colocan, además, árboles según las recomendaciones bioclimáticas.